lunes, 26 de noviembre de 2012

Los guardianes del gineceo

Este fin de semana se celebraba el día contra la violencia de género. Este fin de semana se emitía en cierta cadena de televisión una película en la que un hombre convivía con cinco mujeres. No la vi, pero vi el anuncio. Una voz en off quería persuadirnos de ver el film, y decía "Cinco mujeres... ¡y un solo hombre para cuidarlas!". Pobres mujeres. Por lo visto, necesitaría cada una un buen macho que se hiciera cargo de ellas. ¡Y qué gran hombre! Tiene el valor y la gallardía de enfrentarse él solo a cinco hembras, con la lata que dan. Como digo, no he visto la película en cuestión, pero me parece vomitivo el reclamo que se ha usado para presentarla. Todos sabemos cuántas mujeres sacan adelante a diario a sus familias sin ningún macho que las proteja. ¿Por qué tenemos que escuchar hasta la saciedad ese discurso paternalista? ¿Por qué nos quieren convencer de que las mujeres necesitan un hombre que las cuide? No quiero caer en el yo-soy-mejor-que-tú, pero lo que veo a diario es más bien lo contrario: que los hombres educados de cierta manera sí necesitan una mujer para vivir, una mujer que lo vista, lo alimente y lo consuele (y que mantenga su hogar en un estado de salubridad aceptable). No quiero decir con esto que todos los hombres sean iguales y necesiten una chacha, pero sí que, oh paradoja, se empeñan en demostrar que las mujeres requieren de un hombre para salir adelante cuando la realidad (por lo menos a mí) demuestra lo contrario. 

Este fin de semana también, he estado buscando en los periódicos de mi ciudad noticias sobre un evento y me he topado con una carta al director que me ha dejado los ojos abiertos, hasta el punto de pensar que se salían de las órbitas y tendría que ir a urgencias a que me los colocaran. La reproduzco literalmente: 


Varios productos de bollería de Panrico Donuts, muy populares entre niños, han incluido unos cromos coleccionables con textos e imágenes "grotescos, soeces y de mal gusto", según ha hecho saber el Foro de la Familia. El presidente del Foro ha asegurado que "las familias no podemos admitir que una empresa como Panrico deforme a nuestros hijos en su percepción de las mujeres para ganar dinero fácil. Una campaña como la que están haciendo estos productos  frivoliza la sexualidad y cosifica a 'las tías' (como las mencionan los cromos) con  mensajes de mal gusto y absolutamente faltos de respeto a la mujer y al hombre".
  Aunque la situación no deja de ser anecdótica, sí representa un reflejo de la tendencia general de la sociedad que, inmersa en un peligroso proceso de ingeniería social que comienza con la ideología de género, está desarticulando la visión cristiana, que no es sino la natural, de la familia y del rol de la mujer en la sociedad. El problema es que esa cultura lo invade todo, hasta los bollos de la merienda de los niños.






























Los cromos, como podéis ver, son de bastante mal gusto, pero da la sensación de que el primer párrafo lo escribe una persona y el segundo, otra. Porque ese rol "natural" de la mujer ¿no es cosificar? ¿No es convertir a tu piadosa esposa en una máquina de parir y atender necesidades ajenas? 

Todos necesitamos compañeros y compañeras en la vida, puede que sea tu pareja, puede que sean tus amigos y amigas, o tu familia, pero lo que no necesita nadie es tener un guardián que vele por tu seguridad o por mantenerte a salvo (a no ser que te acose un grupo terrorista armado, en ese caso, rodéate de quince guardaespaldas, por favor). Las mujeres se valen por sí solas, no tienen ningún rol en una casa más que el que ellas decidan, y esto, que es tan obvio, parece resultarles ininteligible a ciertos personajes.