lunes, 30 de enero de 2012



Comienzo este Blog. Otro más. ¿Y para qué? Pues para comentar, despotricar y descargar iras. Cada vez que veo un spot en la televisión, acuden a mi mente ideas venenosas, que para desgracia de mi compañero manifiesto en voz alta y con cara de indignación. En aras de evitar una separación prematura forzada por esta causa, me dispongo a dejar en la red mis desvaríos e indignaciones.

Empezaré por el último anuncio de Cola Cao. El de la súperniña de la BMX. De Yahel ya se ha hablado bastante, si no lo habéis visto, he aquí un ejemplo.

Nos cuentan la historia de una niña que, ¡oh, sorpresa!, monta bien en la bicicleta. Y es que parece que lo único que relata el anuncio es que es una chica. Empezó, como no, con la bicicleta de su hermano. Supongo que a ella le regalarían Barbies. Los otros son todos chicos, que, por cierto, la miran "raro". Y buen día, se coló en una carrera, de chicos, claro. No se inscribió, participó, o tomó parte, no, SE COLÓ. Y una voz en off, que no cuadra con el resto de voces, exclama admirada que ¡ganó a todos! ¿Cómo pudo ser? ¿Qué planetas se alinearon para que una chica pudiera ganar? ¡Qué giro inesperado del sino! ¿Qué hados la acariciaron? No quiero así restar mérito a las habilidades de la muchacha, pero, por favor ¿es tan increíble?

¡Viva el Cola Cao, que ya nos brindó a su "negrito" del África, y ahora nos trae a la mujer liberada, que hace cosas de hombres! ¡Viva la igualdad!


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