miércoles, 17 de julio de 2013

DE CAÑAS

Han lanzado una increíble campaña los de Amstel para este verano. ¿Por qué quedar con los amigos?
Bueno, para empezar, a mi me sobran las razones, no reflejadas en la imagen, y no necesito que Amstel venga a iluminarme. 
Lo que no sabía es que, como mujer, mis motivaciones eran muy diferentes de las de ellos.  Tampoco sabía que ellos me conocían tan bien a mí y a todas y, por tanto, pueden describirnos. Veamos, la mujer:

Es una cotorra, no se calla jamás, y por eso habla por teléfono a todas horas. En caso de querer salir, lo hará porque teme que la factura del móvil se desorbite y decida continuar hablando sin gastar dinero. A pesar de su descontrolada verborrea, las mujeres no tienen temas de los que hablar, ni ideas propias. Es por ello que, en aras de satisfacer su ansia conversacional deben recurrir al destripe y el insulto. Pensemos además que ellas necesitan una pareja, por ello sus temas de conversación consistirán en el escarnio de su novio, la ex de su novio, o a otra mujer. No olvidéis que a las mujeres las corroe la envidia, no pueden soportar a otras mujeres. Al fin y al cabo no dejan de ser competidoras en el mercado de los machos. En esa búsqueda insaciable del varón, las mujeres deben mostrarse lo más complaciente posible. Es por ello que deben buscar el vestido adecuado para que los hombres (que han salido a tomar una caña) se giren por la calle extasiados a lanzar improperios y barbaridades que la harán sentirse feliz y deseada. Es por ello esencial que tu aliada te acompañe para no errar la compra, y además, dentro de vuestro pobre imaginario cultural, será un tema de conversación para satisfacer ese deseo irrefrenable de hablar. Pero claro, ella también es una mujer, es envidiosa y retorcida y no te aconsejará en condiciones. Es por eso que tendrás que devolver el vestido. Por si acaso no os había quedado claro, las mujeres no nos callamos ni meando, por eso vamos juntas al baño. Podríamos hablar solas, pero claro, ¿Quién iba a darnos la razón en que X es una puta  porque habló con mi ex? Tras una copa - desde luego no vamos a beber más, porque eso no es propio de señoritas -, nos volvemos a casa a seguir hablando.

Pasemos a ellos. Por lo que veo para los de Amstel los hombres tampoco son muy inteligentes. Su única motivación es beber. No hablan, ni siquiera para criticar. A lo sumo miran hacia la pantalla del televisor con la boca abierta. Porque, como vemos en el gráfico (elaborado por eminentes neurólogos y psiquiatras), los hombres carecen de emociones, sentimientos, pensamientos elaborados y anhelos más allá del consumo de alcohol, sexo y fútbol. Claro, que siempre será mejor esa "sencillez" que la puta histeria de las mujeres, que no sólo no se callan ni aunque les sumerjan la cabeza en un estanque, sino que además son presas de las emociones y lloran y gritan por todo. Sobre todo cuando tienen la regla, qué asco.
Por último, veamos la diferencia entre una mujer dejándose llevar:


Y un hombre desconectando:


 Lo raro es que ella esté callada. Claro que bastante dicen ya las imágenes.

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